miércoles, enero 23, 2008

Viajes del alma

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Parece que he rescatado mis sueños.

Tras la nube en mi cabeza mil historias de fantasía, misterio, miedos y deseos ocultos se manifiestan bajo el haz de luz lunar.

En verdad era algo que me había dolido mucho perder. Tal vez se lo haya debido al cansancio, o a la irremediable necesidad de maquinar durante todos estos meses. En los últimos diez días he soñado incesantemente todo tipo de cosas: monotonías, aventuras, apocalípsis, temores y anhelos. La última noche del 21 del mes tuve un sueño erótico. A diferencia de los que me han asaltado a lo largo de mi vida (y que en verdad han sido pocos), este fue muy largo. Es difícil la concepción del tiempo cuando se está soñando, pero se que duró (o al menos en el sueño así lo pareció) unas cuantas horas.

En él, me encontraba yo en la cama de arriba de una litera, y abrazando su cuerpo por la espalda me perdía entre la suavidad de la piel de mi compañera, bañando de caricias sus hombros, su espalda, su cintura. Recuerdo que había luz de luna, y que la noche era un poco fría. Avanzábamos muy poco a poco, porque ella decía a cada suspiro mio en su oreja con un tono en la voz que parecía una mezcla de deseo y preocupación :

-...no me beses, no me vayas a besar.

Recuerdo su lencería, y recuerdo mi agitación. La sensación de un amor profundo como el océano y la consciencia de un encuentro casual, fundidos los dos a la vez. Como la mayoría de los sueños que tengo, nunca supe en que momento terminó.

El sueño apocalíptico, por el contrario, fue muy breve. Otra vez se trataba de un segundo diluvio universal, pero este no estaba la vista como en mis demas sueños. Por alguna razón la gente que me reodeaba y yo ya lo sabíamos, y habíamos buscado refugio en un sótano cerrado hermáticamente a unos 3 metros bajo tierra. Recuerdo que las emociones giraban mucho en torno a si debíamos o no abrir la escotilla para echar un vistazo al exterior, pues muchos creían que el diluvio ya había pasado y que nosotros éramos sobrevivientes. Si nos equiivocábamos y el diluvio habia sido lo suficientemente devastador, entonces el agua se filtraría al interior, y nos ahogaríamos.

Las monotonías, temores y demas sueños recobraron su fuerza original también en los últimos días. Me pregunto si esas veces en que todo ello sucede esta relacionado al hecho de que en esos momentos me encuentre pleno, emocional, intelectual y físicamente conmigo mismo, pues he observado que así me pasa.
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sábado, enero 12, 2008

Instintos II

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Perdona...
pero esta noche te deseo.
Aquella noche en la resbaladilla
vuelve a mi mente con fuerza.

Compartirás mi lecho en verdad una vez mas?