martes, diciembre 17, 2013

Part of the memories #01

"-Siento que ya sólo te ha estado esperando.

[...]se puso en cuclillas frente al animal postrado en el suelo, y acarició su enorme pico. El animal pareció tranquilizarse al contacto con su amo.
En efecto, como suponía Usagi, ya solo estaba esperando el regreso de su dueño. Al cabo de unos veinte minutos en que Ohan permaneció simplemente allí, a su lado, acariciándolo con esporádicas lágrimas de reprimida conmoción, el animal cerró sus ojos y se quedó dormido para siempre"

p.10 Usagi to Ohan no Chronicles




viernes, noviembre 22, 2013

Tres nombres

Afinidad de mi espíritu.
Fábula virtual que no termina.
Mi realidad imposible.

lunes, noviembre 11, 2013

The end

Yde pronto te quedas sin algo.
Tener es perder, alcanzar es detenerse.
Ganas por que se acaba.
Se acaba cuando ganas.

Y luego...¿qué?

viernes, noviembre 01, 2013

Me convertiré en hormiga

Largas jornadas de sol y agua
rocosos caminos de tierra al gran túnel.

Y en mi espalda una carga
verde, preciosa, vital,
pesada y ligera
grande y pequeña
finita y eterna
como un pedazo de mi alma.

Transforma mi cuerpo en abdomen
mi vista en antenas,
mi boca en tenazas,
y no se me debe caer,
y no se me debe perder.

Y si se cae se acaba el mundo
y si se pierde yo pierdo el rumbo.
Jamás le hallaría
en esta innumerable colonia
de seguir y seguir.


miércoles, octubre 30, 2013

Gravity



Been a long road to follow 
been there and gone tomorrow 
without saying goodbye to yesterday 


Are the memories I hold still valid? 
or have the tears deluded them? 


Maybe this time tomorrow 
the rain will cease to follow 
and the mist will fade into one more today 
something somewhere out there keeps calling 


Am I going home? 
will I hear someone singing solace to the silent moon? 
zero gravity what's it like? 
(am I alone?)

 
Is somebody there beyond these heavy aching feet 
still the road keeps on telling me to go on 


Something is pulling me ...
I feel the gravity of it all...

lunes, octubre 28, 2013

El otro yo en el otro tiempo

Algunas veces cierro los ojos
y una música empieza a sonar en mi cabeza.
No es externa, no es ajena.
Es muy mía, y lejana.

El mundo cambia, retrocede al futuro,
se transforman las calles en montañas increíbles
geografía extraña de formas imposibles.

Luego allí les veo, a todos, a mi, a ella, a mi otro yo.
Y vivo un tiempo que no es de este tiempo.

martes, octubre 01, 2013

Resistencia

________

Mori sin morir
Vivir sin morir.
Avanzar sin retroceder.
¡Vida implacable! ¡aun sigo en pie!

martes, abril 09, 2013

Protector solar.

Ya no es como hace 20 años, cuando salía a vivir gloriosas aventuras. Construir un cobertizo a mitad de la selva, ganar el campeonato imaginario colonial, o perseguir aquellos amores de piel morena so pretexto de fastidiar.

Ya no.

Por el lejano horizonte se resecan los montes y su espesura ahora raquítica cruje con los pasos de extraviados forasteros. Los recintos de esas hazañas deportivas ya se han erosionado, y apenas algo queda de reconocible en el ambiente; las niñas, mujeres se han vuelto y sus hijos han parido con mas o menos alegría, con mas o menos dolor.

Pero el tiempo, que ciertamente actúa como la arena de la que hablaba Kobo Abe, atrapándonos en sus trampas como las de las hormigas león, no es el único culpable. Podría seguir siendo igual -claro está, con sus nuevos actores- pero no es así.

En verdad todo ahora ya no es como antes. ¿Está bien?. Alguna otra lección quizá debamos aprender.
Una mediana amarilla reclama ahora mas respeto. No quiere ser un dios un segundo más, ahora, quiere ser maestro.

Y si en algún momento algún loco como el que fui, como los que fuimos, intenta(n)  repetir, no deberá olvidar su filtro solar factor 70 antes de salir y poner un pie siquiera en el umbral.

lunes, marzo 18, 2013

Nuevo mundo.

-Hola... -respondió la mujer, ocultando, a gusto del cosmonauta, su verdadero sentir.
-Emh... yo he llegado apenas. ¿Vives sola?

No respondió.

-Oh.

El hombre recién venido del espacio examinó a la mujer con mas detenimiento. Era pequeña, de piel cobriza,  liviana de sus extremidades y según lo denotaban los dedos de sus manos acostumbrada a manufacturar todo tipo de objetos.

-Eh.... tengo una nave allá atrás. Como a siete kilómetros de aquí -se preguntó si la mujer sabría interpretar dicha unidad de medida.
-Oola -contestó ella. Y continuó con el patrón de tejido que tenía en sus manos
-Ya habías dicho eso antes.
-O-holá.
-¿Ese es tu nombre?
-Loh-oj'lah

El viajero empezó a considerar que la mujer que estaba frente a él en realidad no hablaba su  misma lengua. ¿Y como iba a hacerlo? Se reprochó a sí mismo su estupidez. "Solo está repitiendo la primer palabra que yo  le dije".

A continuación viró su mirada hacia las pequeñas casitas que le recordaban los antiguos tepees que un día conociera en los libros de historia de una ancestral tribu del norte de aquel lejano continente, otrora de otro mundo.

-Creo que...iré por unas cosas a mi nave a ver si pueden interesarte. Yo, regreso en un rato.


Se alejó de allí en unos minutos con el pensamiento desconcertado aunque aun tranquilo y emprendió la vuelta al pequeño módulo. En su camino de regreso apreció ya con mayor atención el tramo por el que hace poco acababa de pasar apresurado, en plena carrera hacia la fuente de humo. Se dio cuenta de que había pisado un depósito de restos calcáreos pulverizados, lo que le llevo a hipotetizar que en otros tiempos un cuerpo marino había cubierto aquella depresión. Los restos del coral petrificado tapizaban una cuenca cuya verdadera forma resultaba imposible de adivinar por estar flanqueada de un bosque cenagoso de extrañas varas leñosas que escurrían una especie de liquen y alga musgosa. "¿Que extraño proceso podría haber transformado de esa forma este lugar?", se preguntó.

Mas adelante,  escarpó un pequeño acantilado de lo que parecía ser una placa  gruesa de arcilla ocre recubierta de un estrato gris pálido delgado, sobre la cual se extendía la amplia meseta sobre la que había aterrizado.

Dio un paso adentro de la pequeña nave, y a punto estuvo de intentar marcharse. Pero recordó a la mujer, y deicidio quedarse un poco más. Además, contaba ya con prácticamente poco combustible. Sería peligroso intentar continuar. Por eso había descendido. Temporalmente. Mientras buscaba alternativas de reabastecimiento.

Extrajo de un compartimento su equipo de reconocimiento y pruebas portátiles, y se echó a andar de nuevo en la dirección recorrida. Un crepúsculo morado iniciaba cuando se aproximó de nuevo a la villa.




sábado, marzo 09, 2013

Itinerario

Salir por la mañana, cuando apenas está amaneciendo y mirar a través de la ventanilla esas nubes azules con bríos de oro surcar el cielo abierto. En mis oídos se oye Gravity, una canción que al conjugarse con la escena frente a mis ojos me recuerda la naturaleza de este mundo físico, terrenal.

Cada mañana, sea que salga por trabajo, sea que salga por placer, ahí están esas nubes. Siempre ligeras, siempre cambiantes. Siempre sobrevolando anchas distancias que se extienden en el cóncavo espacio atrapado entre la corteza y la tropósfera,  Y me pregunto al mirarlas:

¿Puede un ser humano transformarse en nube?, ¿cambiar sus piernas por ráfagas de viento que empujen su cuerpo inmaterial mas no su alma y trascender así, aunque sea sólo un poco los efectos de este mundo y su gravedad?

martes, marzo 05, 2013

Siete vidas.

Si pudiera volver a vivir
-a veces pienso-
me gustaría ser gimnasta
me gustaría ser geólogo
me gustaría ser músico.

Si me dejaran regresar en el tiempo
-teniendo que ser el mismo-
me haría un poco mas loco
volviéndome un poco sensato
pasando de rato en rato
buscando morir mas pronto.

Patinador, artista, científico.
¡Ir al espacio! ¡explorar el océano!
Sería mas cruel y arriesgado
para resultar mas amable,
y menos desgraciado.

Impredecible, inagotable.
¡Quizá mujer!
eso mejor imposible.
Vivir devorando el amor,
de destinos cambiantes
que ruedan la senda invisible.

Si pudiera volver a vivir,
-si me fuera posible-
pediría más...
siempre más.

Hasta el final de mi largo viaje
y transformarme en aquel brebaje
de mil ochocientas historias escritas,
hasta encarnar la sublime ánima,
recordar que soy un personaje.

Si pudiera volver a vivir...






domingo, febrero 24, 2013

Y después del fin del mundo...

El pequeño 'cosmonauta' (cómo él mismo se puso por nombre un día) cruzó la atmósfera de ese nuevo mundo extraño, raro, itinerante, mucho mas grande y con una gravedad bastante, bastante  mas pesada que el anterior, pero habitable.

Se rascó la cabeza, como diciendo para sí que quizá le resultaría duro adaptarse a esa nueva atmósfera, ciertamente de una presión por centímetro cuadrado algo mayor que la de los otros tantos mundos que en su travesía había visitado, y se dispuso a iniciar el aterrizaje.

Cuando bajó, halló lo que en cierta medida ya esperaba: una vasta vegetación, (ciertamente con su relativas semejanzas y diferencias a la que él había conocido a través de los libros de ciencia humana), una geología dura, pero increíblemente activa, cuerpos de agua, vida microbiana y animal compleja inmersos en ecosistemas igualmente variados y equilibrados, pero, (y aunque ya se lo esperaba a decir verdad), no halló seña alguna de ese elemento aun mas complejo representado por la cultura.

Exploró, luego de comprobar (ya los aparatos de la nave lo habían hecho por él con suma precisión) que el aire era respirable aunque algo denso, que se podía andar casi igual que los ancestrales homínidos por una tierra inmensa y exuberante, aunque despoblada de vida inteligente. O al menos eso creyó él.

Tras doblar una ancha depresión de un suelo que parecía estar compuesto de sedimentos de piedra caliza en plena estratificación, visualizó en el horizonte aquella columna de humo que en un principio lo perturbó, solo Dios sabe, si para bien o para mal. Pero que lo impulsó a correr en esa dirección.

Cuando llegó a la fuente de aquella emisión de dióxido de carbono (ciertamente mas lejana de lo que en realidad parecía), se sorprendió de hallar tras las paredes de una humilde cabaña a una mujer como él, que remendaba un cinturón de colores con algo que parecía ser cordel hecho a base de fibras de cáñamo.

Se detuvo en seco. Había varias viviendas al rededor del mismo tipo, pero casi pudo adivinar con un presentimiento profético, que nadie allí vivía en todo el campamento salvo la mujer.

-Hola... -le dijo él, no encontrando otra cosa que poder hacer, ya que había llegado hasta allí.

La mujer alzó la vista y sus ojos rasgados se encontraron con los de él.