Siempre hubo algo detras de sus ojos, de su sonrisa autentica que irradia confianza, de sus elegantes manos que toman las cosas con porte y sutileza, de sus blancas piernas sensuales que al andar provocan sin quererlo quizá...
Siempre hubo algo más, detrás de todo eso, que hacia que todo eso, me volviera loco. Algo muy peculiar, algo muy propio y único. Algo que sólo en ese cuerpo podía haber sido puesto, en esa mujer. Algo que solo se podia manifestar a los sentidos en ella y no en otra, algo que me hizo amarla desde el principio y seguramente hasta el final... algo que solo podia tener su nombre, algo bastante parecido a la eternidad.