Ocasionalmente el motor de un avión surca por un minuto o poco menos la oscuridad. El brillo de la pantalla ilumina mi rostro que no expresa nada. Sólo atestiguo el espacio isomorfo en el que me encuentro. No hay novedad en el frente. Esto es como un desierto en el que pocas cosas pasan. Quizá me haga bien, luego de todo lo que ocurrió en las últimas semanas.
Mis sueños se han vuelto blancos, o no los recuerdo. Mi intensa actividad onírica ha decidido dejarme descansar por un tiempo y sinceramente, lo agradezco. Por momentos creo recordar algún sueño vago pero no logro rescatarlo, o no me esfuerzo lo suficiente. Qué importa!. He dicho que así esta bien. En este momento, así esta bien. Soy como un cuerpo fracturado en muchas partes que requiere reposo. Si estuviera ya de vacaciones, podría recuperarme mas prontamente.
Incapaz de autodiagnosticarme sólo me ocupo de mis funciones vitales, de las de Balam. Sé que hablo como si estuviera sólo y que no es así, aunque... si te sientes, es como si lo estuvieras.
Mi pasado me parece a ratos como una historia ajena. Lejana, quizá una vida pasada que a veces alguien me la recuerda y hace conexión en el tiempo, reviviendo por fugaces momentos lo que otrora fue. En este punto, me doy cuenta que si me empeñara en traer a la mente esos recuerdo podría reexperimentar aquellos sentimientos, pero en el momento actual no es buena idea, considero. Por ahora me ocupo solo de sanar esto, es lo mas loable, la prioridad. Debo atravesar este desierto de dos años, ser paciente, administrar muy bien el aire, el agua, y el corazón...
Ya después veré que pasa, que tal soldaron los huesos, que tal anda de nuevo el cuerpo. Qué tal servirá todo esto de la inmersión.
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