viernes, noviembre 18, 2005

Sayuri


Ya comienzan a escucharse rumores sobre el estreno de la película de Rob Marshall, "Memorias de una Geisha", basada en el best seller de Arthur Golden. Cuando leí sobre el rodaje hace unos meses en uno de los números de la AMJ, sentí lejano ese día. Y hoy ya estamos a tan solo unas semanas. Y eso que se estrenará después de lo previsto. Según aquel artículo, el film se iba a lanzar por primera vez en el mes de diciembre y bajo eltítulo de Sayuri, y no de Memorias de una Gesiha. No obstante que me hubiera gustrado mucho mas ese nombre, me parece bien que se aferre al título original del libro de Golden. Al parecer, el día elegido será el 13 de enero, (un día después de mi cumpleaños, ¡¡¡casi!!). Se corría el rumor en un principio de que podría ser un film dirigido por Steven Spielberg, pero sólo eso fue, un rumor.

La historia gira en torno a Sayuri, una niña que al quedar huérfana y completamente desamparada obtiene asilo en una casa de Geishas en la zona dedicada al mizu-sobai (si mal no recuerdo) o negocio del agua del siglo XIX, y logra ascender a través de la escala social hasta convertirse en la geisha de mayor prestigio en Japón al conquistar el corazón del hombre mas poderoso de aquel Imperio.

Se espera, como en La Casa de los Cuchillos, ElTigre y el Dragón, y El Ultimo Samurai, una ambientación y fotografía espectacular, con escenarios apasionadamente coloridos y característicos del Japón feudal, contextualizada con la zona de Gion en Kyoto bajo los sakuras en flor. Habrá que esperar que tanto se aferraron a la histria original para así poder evaluar la adaptación de las líneas a la pantalla. Para quién quiera introducirse un poco a lo que será seguramente mostrado en "Memorias de una Geisha" sin conocer el desenlace de la misma, recomiendo leer un poco a cerca de la historia del Japón en la era Meiji; Geisha, de Liza Dalby, y la película Damas del Mar, de Kurosawa en secciones o salas de arte.

martes, noviembre 15, 2005

Long, long time ago...


Hace mucho, mucho tiempo atrás, cuando vivía en la tierra del palmar y los colores pasteles de las series japonesas penetraban a través de mis ojos con un encanto casi celestial, conocí, gracias al nacimiento del internet comercializado en México, a una amiga de quién quiero hablar hoy con motivo de su vigésimo cumpleaños.


Ella es Lucy, mejor conocida por los amigos como Ai-chan, o simplemente Ai, y omito ahora una foto suya de labios realmente tentadores debido a que perdí toda la información de mi disco duro en fechas recientes. Pero mas allá de unos pequeños y carnositos labios rosas Lucy es una chica muy especial. De acento costeño y gracioso a la hora de hablar, su alegría desbordable y su nunca rendirse tras incontables tropiezos hacen de esta chica una niña muy importante para mi.
Pese a que jamás hemos hestado físicamenteen frente el uno del otro, nuestra amistad trascendio los límites del cable de red y se superpuso al tiempo y la distancia. Casi con nostalgia y un poco de melancolía recuerdo su voz a través del auricular en medio delsilencio de la madrugada en aquellas noches de tiempos difíciles para ambos.

Creo que lo que mas une a dos personas es el compartir los problemas, y tanto a ella como a mi el pasado no nos pintó para nada bien. Cuando recuerdo lo mucho compartimos nuestros problemas en el pasado me invade una mezcla de ternura y nostalgia, y se me eriza la piel. No obstante, parece que ambos estamos entrando a una etapa de nuestra vida nueva, fresca y mejor dibujada. Es una pena la muerte del pequeño Ohancito, mascota suya a la que hace tiempo le pusiera "mi nombre" en honor de nuestra bonita amistad. Viéndolo poéticamente pudo haber sido el último aliento de vida de Ohan, ya que ahora ese seudónimo para mí está en el pasado y reencarna en el de Hitoshi. (Cómo se las fuma uno, no?.)....(o sea que le tienes que poner hitoshi a tu proximo gatito ñ__ñ).

Pero en fin, que la vida sigue y tenemos que mirar siempre de frente. En ese sentido, Lucy ha sido siempre, aunque lejana, una compañera de apoyo moral y emocional a lo largo de todos estos años. Pasarán seguramente muchas lunas mas antes de que al fin tenga el placer de conocer a Lucy en persona, pero sin importar cuanto tiempo tarde ese día enllegar, se, que de entre lasp ocas cosas de las que estoy seguro en la vida que pasarán, esta esa.

¡¡Feliz Cumpleaños Lucella!!

p.d. Eres una delas personas que han dejado huella en mi vida.
T.Q.M
Espero hablemos pronto
-Hitoshi

miércoles, noviembre 09, 2005

La mancha invisible

(Hiroshima en problemas)


Justo cuando cae detrás de la cortina gris de niebla matutina se extravía y se vuelve un espíritu flotante.
Hiroshima está en problemas. Cree venir su muerte. A pesar de que mucho tiempo ha pasado ya de las últimas tragedias y se erige otra vez a un ritmo lento y pacífico, nada está bien. Ya no tiene el mismo "esplendor" que tímidamente intentó mostrar en las semanas posteriores a sus dolores.


¿Debo dejar todo esto ahora?. Parece ser que me niego a que sea así. Sin embargo, esta inactividad y falta de ideas, esta tierra erosionada carente de vida es igual a estar muerto. Tal vez es que todo el veneno no termina de fluir hacia fuera de mi cuerpo. Nunca o muy pocas veces quise sacarlo a través de los ríos de Hiroshima, por temor a manchar de sangre transparente este diario - bitácora - lo que sea.
Me parecía patético que aun en estos espacios predominara la seña inequívoca de mi incapacidad por desprenderme de unas viejas raíces roídas y deshidratadas. Ahora lo veo con incierta claridad; que de cualquier manera, patética es la condición actual de Hiroshima. Así que sin redundar mas ni hacer uso únicamente de simbolismos, he decidido agarrar el toro por los cuernos, vaciar mis cuencas sobre esta tierra seca que a falta de lluvias tiene que ser regada con las mismas lágrimas antes de volverse infértil.
Primero. Lo que mas me duele, y lo que hizo que toda esta integridad de hace unas semanas se viniera abajo tan de pronto, es la misma e implacable causa del principal mal que ha acaecido sobre la ciudad de mis emociones. Ruth no ha llamado, ni tampoco ha preguntado nada. Haciendo uso de los restos de esta voluntad disminuida por el paso del tiempo, la estrechez económica, la inseguridad y otros malestares de quién vive solo, me amarré allí.... como dijo algun amigo, y esperé a que ella se percatara del problema. "Si hay algún modo de forzar las cosas, es esa. Tarde o temprano, ella notará algo diferente en ti, lo pensará, meditará y finalmente lo preguntará frente a frente al no tener respuesta para si misma."


-Dime. ¿qué ha pasado?.

Es entonces cuando podrás decir aquello que toda la vida has querido decir., pero que no puedes hacer por que tiene que ser preguntado. Las palabras ocultas que forman el mensaje que desde siempre has tenido para ella, y que ha sido incapaz de descubrir. Lo que con acciones has expresado todo este tiempo.
Pero, ¡oh sorpresa!. Parece que , después de todo, a ella no le ha preocupado tanto el cambio en mi interior. Seguro es que ya lo notó. Pero veo pasar los minutos , las horas, los días, las semanas. ¿Cómo es capaz de quedarse simplemente de brazos cruzados?. Tratando de no perder la calma me asalta el pensamiento el recordar como es que en el pasado todo ha sido siempre igual.

-¿Qué pasa?. Te he notado diferente desde que fuiste a tu retiro. ¿Pasa algo?. Cuéntame.

¿Debí acaso no preguntarlo nunca como esta haciendo ella ahora?. No...
Allí está, ha estado y estará siempre la brutal diferencia. Simple y sencillamente: a ella no le importa.

Es aquí cuando se moja la tierra.

Extraída esta premisa finalmente encuentro una base sólida para poder edificar una nueva torre. No obstante, el dolor no mengua, allí está. Angustia el modo en que veo reducirse dramáticamente los lapsos comprendidos entre un día melancólico de llanto sofocante y otro, al grado de tener la misma frecuencia que tenían al principio. Jamás pensé, ni imaginé si quiera, tiempo atrás, antes de volver a esta Ciudad, que un hombre, que un ser humano fuese capaz de derramar tanto llanto como lo he derramado a lo largo de todos estos meses. La nostalgia se apodera de mi. Recuerdo lo bonito que fueron todos esos momentos en que estábamos juntos. La forma en la que, sin hablar, podíamos caminar horas y horas a través de estas calles frías, grises y mojadas, sucias o secas. Las innumerables experiencias que año con año fuimos construyendo a pesar de esta distancia. Los besos, las caricias, las miradas. ¡Los paseos!. La pista de hielo, el parque Tezozomoc, el restauran Potzolcalli, los puestos de Chiconcuác, los mecánicos de Six Flags, las luces en el cielo nocturno de la celebración de Tultepec, los estantes de libro en el Palacio de Minería, la carne al pastor de la esquina próxima, los sueños cálidos en los camiones de Indios Verdes, las frías caminatas de noche por las islas en la Facultad, las cartas, la espera bajo el reloj electrónico del metro Juárez, la tortuga de peluche, el chaleco azul de doble vista, las compras en Lúmen, la arcadia blanca caída de su rodilla lastimada, las líneas que hablan de cómo van juntándose nuestras sombras, la rosa roja después del cine, la suavidad de sus pechos que solo toqué una vez, las mañanas de ejecicio en la pista frente el Gigante, el Césped y la biblioteca del Cenart y el día que estuve leyendo allí toda la tarde, la belleza artificial y negra de una tarde en Muzquiz, los mil besos bajo la luna llena, el llavero de elefante, el escape express desde el palmar solo para verla, el peso de su cuerpo entre mis brazos una tarde de verano, frente al columpio y el polvoriento suelo, la caja de regalo para mi hermana, la barda que obstruía nuestro caminar y que brincamos juntos, los días compartidos con Fito, con Vero, con Obed, el encuentro con Ana en el camión, el grito "siempre juntos" en mis oídos, la visita a su amiga Mary en una casa lejana y grande hacia Vallejo, la amabilidad con que me recibía su abuelita, los deseos frustrados por pisar alguna vez, aunque sea por una vez la habitación en que descansaba su cuerpo y la almohada en que se fraguaban sus sueños sobre el colchón, ¡la manera en l que yo la amaba y creía ser amado de la misma manera!

Escuchando nerviosamente a través del auricular, hace unos días me contaron mis viejos amigos en la ciudad del calor, que ya empiezan los preparativos de su graduación en el Tecnológico. Es verdad, me digo.. Hace un año, yo estaba trabajando mas de sesenta horas a la semana para poder regresar aquí, y ahora...

¡¡¡¿Cómo pudiste abandonarme de esa manera amor?!!!

Caí de rodillas en el suelo y mojándolo pronto con mis ojos permanecí humillado durante algunos minutos. Algo murió en mi ese momento.


Así camina Hiroshima hacia la meta del tiempo. Así tomada de la mano a sus habitantes moribundos se sumerge en el mes once, y ve venir, con los ojos vidriosos y derramando esperanzas líquidas, un invierno frío y azotador. La Navidad que regresa con las manos vacías hasta sí, y se lleva el año con ella pensando que quizá, y solo quizá: esta sea la última, por fin.