Ahora nos separamos. Ha sido bello compartir contigo sueños y diferencias, secretos e innumerables anécdotas...
Me llevo tu sonrisa. Y los recuerdos de una mujer en quién encontre la brújula que apuntaba hacia a dónde estaban el amor y la amistad, a los que por un momento muy breve perdí de vista...
Te quiero, Areli.
Llámame cuando quieras.
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