Llamada perdida

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Son agradables las tardes en que acompaño a Akemi a aquí o allá. A pagar materias de su escuela o a que presente sus examenes cerca del eje 8. A visitar a N... mientras estuvo embarazada o a Plaza F... a comprarse un sueter, otro día, una bufanda, y comer unas Mc Patatas mientras el cielo dejaba caer sus lagrimas afuera empapándolo todo. Llevarla a Internet y ayudarle a sacar su correo y platicar sobre lo difìcil que es la vida y el tiempo que desaprovechamos cuando eramos unos mocosos.

Ahora, por alguna extraña razón, Akemi no me habla. Desde el sábado pasado le he visto completamente seria y no me dirije palabra alguna mas que cuando es estrictamente necesario y por cuestiones de trabajo.

Se me hace demasiado presuntuoso que todo se debe a algun chismoso, que ha malinmterpretado las cosas, pues si bien es cierto que ella y yo no somos mas que buenos amigos. Todavía el jueves que salimos todo parecía muy normal. De pronto sonó el celular de Akemi, y entonces me dijo que guardara silencio. Contestó. Creo que era ella... y gracias a un raro que silencio que dominaba en el interior de la pesera, se pudo escuchar prácticamente toda la conversación.

-...

-Con quien veas?
-Yo?
-Quién te está acompañando?.
-Nadie -aseguró Akemi tratando de replegarse a la ventana.
-A dónde vas?
-A.. la escuela, voy a meter unas materias, ya te habia dicho.
-....
-Oye!, entonces ya no vamos a hacer nada mñana?
-No... pues ya ves que...

La mente es muy ágil, y también peude confundirse fácilmente.

Muchas cosas estan sucediendo. El trabajo evoluciona de una forma vertiginosa. No en su naturaleza, sino en el movimiento de la gente que trabaja en él. Se viene una toma de decisiones a la que llego todavía muy indeciso. se que cuando menos me lo espere, una decisión u otra tendré que tomar...

Hay una nube acechando Hiroshima, es grande y se ve peligrosa, pero también terriblemente seductora.