viernes, abril 14, 2006

Sin novedad en el frente


Recuerdo que un día mi mamá me dio un libro de guerra titulado "Sin novedad en el frente". Honestamente, nunca lo leí. De hecho no recuerdo donde quedó tal ejemplar. Supongo que lo extravié durante aquel viaje a tierras chihuahuenses en septiembre de 2003, cuando fui al curso de Programación e Instalación de Alarmas y Básico de Monitoreo si mal no recuerdo.

Elegí el titulo para el post al pensar en la estática, casi nula inercia de las cosas en los últimos dias. Pese a que me han venido a la cabeza rimbombantes pensamientos e inspiraciones, el entorno se ha vuelto aburrido. Pienso en decir las cosas tal cual y sin reservas frente a las personas para opacar esta bruma insipiente.

Me gusta Vanesa. Me gusta a raudales. No puedo evitarlo. Aunque no es para tanto la cosa. Ya lo he dicho y lo he manifestado en recientes posts. Su sonrisa es cautivante y sus ojos contagian de alegría. Hasta me puse a descargar el manga de Naruto para compartir, aunque sea en secreto, conocer y saborear esta pequeña gran pasión suya. Francamente, me he llevado una sorpresa mas que agradable al recorrer esta historia de Masashi Kishimoto cuyo humor y drama pueden rayar en la locura, incluso desembocar en espasmódicas carcajadas que te retuercen desde el mismísimo esófago hasta la campanilla.

La historia narra el camino de 3 jóvenes ninjas aprendices en una escuela de artes marciales localizada en la Aldea de la Hoja en dónde, años atrás, un demonio en forma de zorro con 9 colas destruyó gran parte de la aldea, hasta que fue sellado en el cuerpo de un bebé recien nacido por los Hokages que defendían la aldea. El protagonista, Uzumaki Naruto, es la reencarnación, o mejor dicho, el portador del demonio sellado en supropio cuerpo. No obstante, el dramatismo y delicadeza del asunto contrasta, como ya escostumbre en los mangas japoneses, con la ingenuidad y la picardía de los personajes que a través de miles de vivencias y chuscas anécdotas atrapan al lector convirtiéndolo en cada uno de ellos, orillándolo a recrear cada escena, cada cuadro, incluso a animarla, y teñirla de color.

Lo cierto es que disfruto de esta buena serie gracias a que, como lo dije al principio, me gusta Vanesa. Y es que, ¿cómo puedo acercarme a ella estando tan poco tiempo a su lado, a no ser solamente mediante las clases de japonés que efímeramente me regalan un pedacito de los sábados por la mañana juntos?. Esto ha sido lo mejor que se me ha ocurrido. Independientemente de que funcione o no, Naruto es, sin lugar a dudas, un excelente trabajo más de los mangakas japoneses que, al igual que Rumiko, Toriyama, Katsura, Akamatsu y Fujishima, entre otros, me hacen vibrar y sonreír de oreja a oreja haciéndome sentir mucho mas que satisfecho, orgulloso diría yo, de ser un viejo aficionado al género, en toda la e x t e n s i ó n de la palabra. ñ__ñ.

2 comentarios:

Hatsuki dijo...

Puedo decir con seguridad que algo aqui ah cambiado. Y eso es bueno. Algo que se nota muy bien.

Disculpas por no poder entrar antes... muchas cosas en muy poco tiempo, tu mas que nadie conoces perfectamente esto.

Ya volvi a mi mundo, siempre revivo... seran esperanzas??

Ralemz dijo...

...se llama inmortalidad.

Es un placer volver a saber de vos.