martes, enero 17, 2006

Vaya vaya!

Ara... ara...


Extraño y extasiador. El año se ve venir como se aprecia un cometa surcar un cielo nocturno de abril.

Hiroshima se ha teñido de colores. ¿Hace cuanto que vivía sumergido en aquella azul melancolía?. Fue ayer, pero pareciera como si no la hubiera vivido yo.

Ha cambiado un poco el fluir de los vientos en esta tierra erosionada que ahora, ya se torna fértil. La nieve se ha derretido y han dejado en las colinas y montañas un suelo reflejante de la luz amarillenta que el sol todavía frío, pero cada vez mas tibio de enero deja llover sobre nocostros.

Mes a mes, Hiroshima cambiará de color. Porque la vida es eso, un arcoiris. Un arcoiris de colores que, como los sentimientos oscila de este a oeste, de sur a norte, y visceversa, como un péndulo místico, vacilante y dinámico en el juego rotativo e impredecible de la vida imperecedera.

He cambiado también la frase de inicio, a un lado del título de Hiroshima, asi como también la cita textual debajo del mismo, la cual posiblemente también cambie. No mes a mes, sino al compás de las situaciones. hace mucho que me despedía de Urara, ya he cruzado el río, ya vi lo que había al otro lado. Ahora es tiempo de asimilar lo sucedido, la máscara que me regalaste de Beethoven, la destrocé en mil pedazos...

Tal es una de las últimas líneas del primer libro (japonés para variar) que he leído en este 2006. Amistad, de Saneatsu Mushanokoji, una novela en donde se reflejan los ideales occidentales llevados hasta el Japón en las décadas posteriores a la primera generación de escitores modernos, tales como el amor, la libertad y la amistad, principalmente. De no ser porque los nombres de los personajes son japoneses, uno olvidaría fácilmente durante la lectura que se trata de uno de ellos. Nojima, un jóven de 23 años, se enamora de una jovencita alguno años menor que ella, idealizándola y adorándola por sobre todas las cosas, hasta que, con el paso del tiempo descubre que su mejor amigo también esta enamorado de ella. El desenlace es presentado mediante un intercambio de cartas entre los tres, tratando de arreglar el embrollo amoroso. No obstante, mas allá del objeto del libro, el amor, es la amistad, el tema central.

Parece ser que ese mismo será el tema central de Hiroshima este año. Amistad con el mundo, amistad con la naturaleza, con Dios, con los amigos ycon el destino, la armonía y el placer de vivir el presente, amistad con la vida...

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