Pequeño vagabundo, alza la cara, y desentume tus párpados, que aunque la noche es oscura las estrellas estan brillando.
Respira profundo, y luego escucha, observa, siente, palpa, que allí estan los ojos mirándote desde diversos ángulos. Te miran con rubor y se esconden al sentir tu presencia, desde aquella vez, desde aquel amable comentario de tu parte te miran de un modo distinto, escriben tu nombre...
...los hay otros que te admiran subido en esa cosa grande y metálica, a la que tu llamas la plataforma, y en la que cada vez que estas allí, haciendo eso, quisiera estarlo haciendo contigo. Y también esos mas que te acompañan todos los sábados hasta la estación del metro y siempre intentan besarte, pero nunca lo logran. ¡¿Qué me dices de la que al pasar todas las mañanas rumbo al café o hacia el trabajo detrás de la cortina se esconde, aunque todavía verde e inmadura, con olor a niña, perturbada ante tu paso rápido y fugaz?!
Abre los ojos, pequeño angel , que a la Tierra fuiste enviado para amar, pero no puedes cumplir tu misión si no te dejas también amar por otros. Eres un amplificador, pero hasta los amplificadores necesitan algo para poderlo amplificar. Levanta, así como la muñeca de porcelana tu corazón del suelo roto en pedazos, y reconstrúyelo, ármate uno de cualquier material, que seguro ha de volver a funcionar.
No estas solo. Abre tus ojos, y tus alas, que ahora de tu espalda han salido dolorosamente para llevarte alto, para poder volar hasta los cielos inmensos y desde arriba, mirarlo todo.
2 comentarios:
me ah encantado este post... simplemente.
Hacia tiempo que no venia, que sepas que aqui estoy
...y yo estoy en tu blog.
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