miércoles, junio 29, 2005

Ocio II



El otoño espacial Noviembre 2055
(Homenajeando a Ray Bradbury, escrito 1 - Crónicas Xilexianas)


CINCO minutos antes de que el capitán Frank se levantara de su aposento, un pequeño puntito apareció en el tablero. Era un verdadero sueño hecho realidad el que el hombre pudiera llegar tan lejos. Faltaban tan solo dos meses para llegar a Xilex y nadie en la Tierra lo sabía, solo unos cuantos. El nuevo planeta se había descubierto desde hacía tres años, pero sólo hasta hoy se había emprendido un viaje a él. Además el viaje era secreto. La tripulación del capitán yacía dormida en sus cápsulas de mica transparente, probablemente soñando con sus esposas o con sus hijos e hijas. Todo descansaba allá afuera, y lucía, aunque inmutable, hermoso. El espacio exterior envolvía con su oscura sábana la insignificante nave como un alfiler que se pierde entre la pelusa de una gran alfombra negra.

Nadie que supiera de la existencia de Xilex y sus óptimas condiciones de vida quería estar en casa. Nadie que supiera que veintiún hombres viajaban al paraíso podía sentir mas envidia que el miserable. Nuevos horizontes, nuevas tierras, el problema de la sobrepoblación mundial seguramente sería cosa del pasado dentro de unos años. Y la Tierra, tan hermosa y resplandeciente en sus principios, quedaría olvidada con el tiempo. Abandonada, para los que no merecían ir a Xilex, para los presos y los pobres seguramente, los esclavos y los cobardes. Y se quedaría perdida en el espacio exterior, destruida y amortajada...

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