Esta semana de clima loco que concluyó dejó unos cuantos huesos adoloridos y unos bolsillos bien vacíos.
No reparé en gastar a la menor tentación. La verdad, mi trabajo me cuesta ganarme esos pesitos.
El sol sale en las mañanas y se esconde a intervalos tras alguna nube pasajera. Luego, ya hacia horas mas tardes es muy probable que llueva, tal vez, por eso del mentado huracán Emily, que amenaza el golfo de nuestro país. Parece que todo saldrá bien.
Los titulos extraídos para estos quince días correspondientes a la ultima quincena de julio (¡cómo vuelael tiempo!) de la biblioteca de Fundación Japón, fueron:
1.- Hajimete no kanji: un material francamente buenísimo para no tener pretexto de no entender kanji y que contiene un nivel básico de kanji nada despreciable (300 en total), con ejemplificaciones, descripción de trazos, lecturas correspondientes y ejercicios prácticos al final de la lección. Con tantas herramientas me he puesto como reto el adquirir esos 300 kanjis a mas tardar para los primeros días de agosto. Eso me recuerda a Vero-san, ¡saludos Ehécatl, diosa del viento!, seguimos estudiando ¿eh?.
2.-Ideología y literartura en el Japón moderno. Un paseo por la historia literaria del país del sol naciente a partir de su forzada apertura a Occidente, por ahi de 1853, y hasta la modernidad. Yanagi Muneyoshi, Date Masamune, Kenji Miyazawa, Yanagita Kunio, Ishikawa Takuboku, el famoso Yukio Mishima, Ooka Shoohei, entre otros. Decenas de biografías de autores que forman parte de la diversidad y riqueza de las letras en Japón, aparecen en los capítulos de este libro, enmarcados en base a los factores que definieron y dieron forma a lo que es hoy la novela japonesa. Resulta mas que obvio el cambio drástico entre la literatura anterior a la Era Meiji, y la liiteratura subsecuente que evolucionó hasta el período Taisho. Gran parte de esa literatura concebida en épocas cercanas a la Guerra Mundial esta íntrinsecamente ligada al modo de vivir y a los tiempos duros que enfrentó el pueblo nipón con el choque cultural tan grande que implicó la occidentalización de la gran Isla del Pacífico y el cambio radical del Gobierno de Ieyasu Tokugawa. En tan solo unas cuantas hojas, esta obra de Shunsuke Tsurumi, nos proporociona una introducción bastante completa y datos de sobra para tratar de concebir una idea del modo de pensar y sentir japonés.
3.-El Haiku Japonés, de Fernando Rodríguez Izquierdo, es un trabajo magistral que tiene como objetivo acercarnos (no comprender del todo -según lo dice el mismo, -puesto que tal propósito estaría destinado desde el principio al fracaso), a esa forma literaria japonesa que es el haiku., al que personal y muy escuetamente podría explicar como una composición literaria, de tendencia poética que busca inmortalizar sentimientos inspirados por la naturaleza en momentos determinados y muy breves de nuestra vida, excluyendo del verso resultante toda pretención lógica o raciocinio. Es decir, transmitiendo la sensación pura que impulsó al poeta a su creación. A pesarde que no lo he terminado de leer, ya en ocasiones pasadas había leido algo sobre algunos haikus en un titulo de la biblioteca del CENART "Textos filosóficos japoneses", allá por el metro General Anaya y decidí que algun día tendría que conocer mas profundamente este arte único en oriente que rebosa de significado y escencia. Bashô, sin lugar a a dudas, el máximo exponente de este genero. He aquí el haiku con el que inicia esta obra de Izquierdo, compuesto por Buson:
"Habiendo pasado Bashô,
todavía el año
no ha atardecido tras él."
4.- Y por último, tenemos "La casa de las bellas durmientes", obra de Yasunari Kawabata, el escritoR quizá mas grande Osaka nacido en 1899 y cuya obra fue la obra que inspiró a nuestro bien conocido Gabriel García Márquez a escribir su ultima obra "Memorias de mis putas tristes". La temática gira en torno a una posada en las afueras de Tokyo, visitada por ancianos de la buena sociedad para disfrutar de la compañía de hermosas jovencitas. El asunto de la senilidad, es puesto a análisis. Ya describiré mejor el contenido de la misma cuando lo haya terminado de leer.
Por los demás asuntos que atañen mis días poco se puede decir. La vida es la misma. Trabajo y casa, libros y quéhaceres. Ocasionalemnte (y se incrementan) escapadas a lugares de recreo y pláticas con gente nueva. Puedo decir que estoy bien, librándo el aburriemiento y manteniéndome en el camino.
La tarde ahora se enfría y yo me voy a buscar un poco de diversión.
1 comentario:
De Kawabata solo leí "Lo bello y lo triste". No lo terminé de leer, básicamente porque no me dieron ganas de terminarlo - andaba leyendo "El lobo estepario" al mismo tiempo, y le di prioridad a este -, pero ya lo retomaré.
¡Saludos!
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