sábado, septiembre 13, 2008

Preludio final - Otoño en puerta

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Para cuando las crujientes piedritas salieron disparadas hacia los lados bajo el delgado neumático de la bicicleta de Renato emitiendo ese sonido que anuncia una inminente llegada ya estaba entrando la noche del viernes.

Desmontó el asiento y caminó a la par de las ruedas. Adentro, todo estaba mas nebuloso que nunca, pero detrás de la bruma artificial un calor humano se encerraba como en una casa subterránea, una gruta volcánica, un bunker bajo el desierto cuya noche helaba poco a poco.
Kuromi esperó unos minutos a su compañero, recargada sobre un costal de cemento o de escombros.

Entró, saludó a unos cuantos, se paseó por todos lados y revisó el lugar con la mirada totalmente despreocupada. Había venido por una sola cosa.

Rápidamente las sombras lo cubrieron todo afuera, infestaron con sus nubes el cielo, y saturaron de minúsculos cuerpos de agua el viento cambiante que parecía carecer de dirección alguna. Alfredo sugirió una cosa, pero Renato pronto sugirió otra, totalmente opuesta, de la manera mas amable., se dirigió a la parte trasera y, aun sin saber exactamente qué era lo que iba a suceder depronto escuchó como una voz que había sido lanzada aparentemente al aire sin destinatario se convirtió en una voz exclusivamente suya, hecha para él, como una brisa venida desde la ensenada.

- Me voy! -dijo él- una vez que supo que la noche duraría un poco más.

Desde el interior del horno humano algunos contestaron, y otros no. Ya estaban acostumbrándose a verlo cual fantasma libre de penitencia vagando por aqui y por allá, arriba y abajo, en luz y sombras.

De esta manera salió acompañado por Merry, a eso de las agónias del crepúsculo. Primero él y unos segundos después, ella.

Llegaron hasta la esquina, sintiendo en la piel los pequeños corpúsculos de cristal como besos diminutos de una oleada marina.

Merry se negó a abordar, alegando querer caminar un poco. Internamente, Kuromi lo agradeció, a pesar de estar preparada para ello, como siempre. Así que por la vereda de escombros anduvieron los tres con un silencio poco comun en tan agitada avenida, ahora dormida por los martillos y las palas.

A cada paso, Renato se revolvía en sus pensamientos, sin dejar de prestar atención a las palabras de Merry. Doblaron por un callejon que hasta hace unos meses no sabía que existía y descendieron sobre sus pasos. Rios de agua corrían a sus costados, lluvia caída fluyendo hacia la spartes bajas. Arboles que guardan en lo que a mediodia fue su sombra un poco de polvo seco, luces de faroles que revelan la forma de los diminutos corpúsculos. Se sentaron.

Merry, esa mujer chiapaneca de sangre maya, cuya lengua natal era el Tsotsil, ojos rasgados y piel de bronce vio las manos de Renato envolver las suyas mientras platicaban cómo sería volver a vivir bajo la selva aunque fuera solo por un corto tiempo. No dijo nada, pero sabía de sobra que él la amaba con una emoción apenas controlable, y un corazón completamente tranquilo y excitado a la vez. No se veía la luna, ni su místico conejo encerrado en su blanca piel. Quizá estaba oculta por una nube de Tláloc, una venida desde muy lejos, desde el sur, soplada por Ehécatl, y con forma de jaguar...

viernes, agosto 22, 2008

Termina la playa.

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Allí, justo en la frontera entre la arena blanca y la arena oscura se encuentra al fin. A veces, esa frontera se mueve un poco hacia adelante, comiéndose un pedazo de la tierra tan solo por unos instantes. Pero si una nueva ola no moja ese sitio de nuevo rapidamente, poco a poco esa arena se vuelve otra vez blanca y se olvida del mar.

Tres años completos y contando han pasado ya desde que llegué a Hiroshima, a mi Hiroshima. La ciudad, la isla que dio lugar al naufragio de mis emociones. Los sobrevivientes de la bomba, hoy ya son viejos, y crian a sus hijos, y algunos de ellos ya también, a sus nietos.

En fin, creo que habré aprendido muchísimo a lo largo de todos estos meses, de estas casi 4 vueltas al sol. Lo suficiente para saber que el oleaje del mar me ha llevado lejos de mi isla, de mis tierras del refugio. Fue una buena terapia, pero ya no quedan mas radiaciones de la detonacion de aquella bomba, horrorosa en su momento, despiadada, terrible.
Como siempre, la reconstrucción de la zona cero y a partir de allí hacia los alrededores, es lo mejor que ha sucedido.
Ay! cuanto me dejó este pequeño espacio!, cuánto me ha ayudado a conocerme a mi mismo y a los abismos ignorados del ser humano!...pero ahora, Hiroshima, mi Hiroshima...es tiempo de irme...aun no, pero ya pronto. El otoño espera por ti... yo ya no iré contigo...


miércoles, agosto 06, 2008

Preludio...

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Se levantó en el cielo,
y a pesar de hermosa, horrorizó a todos.

sábado, julio 19, 2008

Isis

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Emergida de un sueño,
vestida con huellas
camina al viento sin perfidia alguna.

Miradla, allí se equivocó el lector,
o lo omitió el filósofo.

El principio femenino es el gestor,
no hay superhombre sin supermujer.
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fragmentos ... tren

fragmento 6, Tren, Eclipse lunar de Otoño
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Cerca de la casa pasaba un tren. Las historias que contaban sobre las tragedias allí ocurridas estaban ligadas a las muertes de borrachos que, completamente desorientados, se iban a dormir a las vías y perdían la vida, o algún miembro, y de gente también que intentaba ganarle el paso al tren y, por consiguiente, rumores de almas en pena deambulando entre los durmientes. La campana del tren irrumpiendo por las noches era un sonido que siempre me despertaba, lo escuchaba desde que venía muy lejos, y durante algunos minutos permanecía en vigilia escuchando como se acercaba hasta que finalmente al cabo de varios minutos desaparecía por completo.

Contrario a lo que se pudiera pensar, aquel tétrico lamento a mitad de la noche no me causaba el mínimo temor. Por el contrario, instigaba mi curiosidad. Siempre me llenaba de unas ganas extraordinarias de levantarme de la cama y salir corriendo para ver si era capaz de alcanzar el cruce antes que el tren, y sentir ese vértigo resultante de estar a unos centímetros de una máquina tan poderosa y descomunal que cruzaba de ciudad en ciudad, cargando centenares de toneladas de pesado material haciendo vibrar las barras de acero sobre las que se deslizaba con soberbia entre la oscura sábana de la noche. De día, verle pasar perdía mas de la mitad de su encanto, por ello, siempre que desde la cama escuchaba su campana una agitación especial se hacía en mi corazón. Imaginaba que algún día tendría la oportunidad de estar frente a uno, tan cerca que sería capaz de llenarme de pavor y con el tiempo apenas suficiente para hacerme a un lado y verlo pasar de largo, junto a mi, hasta que se perdiera en el horizonte.

De ninguna manera era esto una especial aversión por el peligro, o por los trenes. Estaba tan rebosante de vida y de amor en aquellos tiempo y mi mente era tan la de un niño común y corriente, que difícilmente puedo imaginar que se debiera a alguna otra razón. Tal vez era que me gustaban demasiado las cosas grandes, y que se movían. Entre los miles de recuerdos que tengo como fotografías estáticas previas al día en que cobre conciencia de mi existencia, estaba la del día que nos llevaron a mi hermana, a mis primos y a mi, siendo aun muy pequeños, a ver llegar los aviones al aeropuerto de la capital, en aquella lejana ciudad. No alcancé a ver el avión en su totalidad, solo recuerdo haber visto la cola moverse lentamente mientras el avión se colocaba muy cerca de un hangar. El solo ver este fragmento del avión e imaginar lo colosal que resultaría verle completo me hizo temblar de emoción. Ahora, el tren resultaba una posibilidad mucho mas accesible. No había una barda que nos separara de él, ni una alambrada, ni nada, simplemente cuando te tocaba coincidir con el paso del tren detenías tu auto y sin mas obstáculos que el parabrisas del coche una gigante serpiente de metal desfilaba frente a tus ojos. Las historias de fantasmas del tren no surtían ningún efecto en mi hermana y en mi. Nuestros padres nos habían educado bajo la firme creencia de un mundo privado de espíritus del mas allá, y de que el lma, al morir abandonaba tu cuerpo y también este mundo, y que todas los testimonios de esas gentes que aseguraban haber tenido un encuentro con almas en pena no habían sido mas que meras alucinaciones provocadas por el alcohol, el miedo a la noche o a un estado mental de sugestión que les hacía ver cosas comunes y corrientes como otras completamente distintas. Esta explicación era mas que suficiente para nosotros no porque sonaba lógica, pues para un niño cualquier cosa puede suceder, sino porque venía de papá y mamá, y papá y mamá siempre lo sabían todo. Por ello, todo la emoción que representaba el paso de tren para mi no era mas que simple asombro...

Agujas...

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Estoy a menos de 21 horas de tomar una decision crucial en mi vida...
para eso necesito que brille el sol del domingo.

Oh!, reloj! nunca antes tu monotonía me pareció tan emocionante!.

miércoles, julio 16, 2008

Los chicos no lloran

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Con un canalla como yo
y un corazón en paro, ¿bastaría?
...porque estoy loco y es mas, estoy loco y me aguanto

Con un canalla como yo
y un pasaporte al Congo ¿quien no iría?
si buscas chico formal, búscate uno mas alto

Y otro pecado capital ... qué será?

Es mi vida, no quiero cambiar!
los chicos no lloran, sólo pueden soñar.

Es mi vida, no quiero cambiar
los chicos no lloran, tienen que pelear.

es mi vida ah! es mi vida ah!

Con un canalla como yo:
un oficial con mucha artillería
hey! que sería de ti?
hey! qué dices, encanto?

Y otro pecado capital ... qué será?
Y bailaremos eh? y bailaremos eh?

Es mi vida, no quiero cambiar
los chicos no lloran sólo pueden soñar
es mi vida, no quiero cambiar
los chicos no lloran, tienen que pelear

Una de estas noches...

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Ni me veras venir,
me muevo entre las sombras.

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miércoles, julio 09, 2008

Agua...

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Esta lloviendo mucho.
A veces quisiera que todo se convirtiera en rio... solo por ver que sucede....

que me perdonen los que pierdan algo con las lluvias...

viernes, julio 04, 2008

Maya

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Para nada es una chica guapa, pero me gusta. Tiene rasgos mayas, es de sus tierras. La selva chiapaneca la vio nacer, y la jungla de asfalto se la trajo.

Pequeña, humilde, y muy sensual, luce un cabello tan largo que evoca algún lejano sueño de mi temprana adolescencia por cuya causa se forjaron mis gustos y fijaciones a la hora de mirar mujeres. A la vera del camino se agita con su andar a un ritmo gracioso y casi coqueto.

Su vida es la mas sencilla que conozco hasta ahora, y su imagen la mas humilde... pero su corazón es complejo, tanto casi como mi mente, y sus sueños y aspiraciones redundan en amor, nada mas que amor...

Ante tal extraña belleza, me enternezco, solo para pasar a una gran turbacion interna, ¿de qué he de hablarle una vez la tenga entre mis brazos?, luego me contesto que no es para mi, es mi polo opuesto, pero sus manos son cálidas, su cuerpo esta hecho para mi, lo sé cada vez que la abrazo, y se enciende algo, se revuelve mi alma....pero ella huye, solo para seguir soñando, para seguir buscando amor, nada mas que amor...¡¡¡¡me desespero!!!.

viernes, junio 27, 2008

Abrumado

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Me siento un poco abrumado. No ya por cuestiones internas, sino por las externas. Tanta gente, tantos edificios, tanto anuncio comercial, tanta falta de un espacio y un no-tiempo. Me cuesta trabajo seguir con mi libro así. No puedo desembelesarme de tanta publicidad subliminal y ruido de ciudad.

"Hay un país esperando por mi allá afuera" - es una frase que siempre me ha asaltado y probablemente me lance a él en unas semanas. Las pocas páginas que han salido en las últimas semanas de mis pensamientos tienen que ver mas con ambientes que con reproducciones. Pero aquí cuesta trabajo encontrar esos ambientes. necesito ir a buscarlos, vivirlos para entonces poder reproducirlos.

Las lluvias prometían mucho....¿a dónde habrán ido?

viernes, junio 20, 2008

Ayer...

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Ayer que volvía en la pesera sentado al lado de Areli, estuve a punto de llorar. En algun momento mis ojos se tornaron vidriosos, y el débil resplador de mis ojos que reflejaban la escasa luz en medio de la noche fue capturado por sus sentidos. Asi que debió darse cuenta.

Debió darse cuenta porque unos minutos después, despidiéndonos en la puerta de su casa como cada vez que concluye uno de nuestros encuentros, me abrazó. Mas fuerte que las veces anteriores, y no me soltó durante algunos segundos. El perfume de su cuerpo casi extrajo de mis cuencas las lágrimas que se habían resistido a salir aun en la pesera, pero una vez mas se negaron, y dijo:

-Animo!, no estas bien...

Reí sarcásticamente un poco para mis adentros y a pesar de que estaba cansado (en realidad lo estaba) y de haberle dicho que a diferencia de otras veces volveria a casa cogiendo un taxi, me aventé de nuevo el recorrido hasta casa por toda la avenida y las calles cada vez mas oscuras y tétricas de las colonias.

Cuarenta y cinco minutos después estaba en casa. En medio de esa pequeña habitación en la que he construido un pequeño santuario y me acosté a dormir. Sin poner música, sin prender esta vez la computadora ni jugar antes de hacerlo, sin buscar un documental ni ver alguna serie o el noticiero. Estaba cansado, solo quería una almohada para reposar mi sueño. Solo quería permanecer en silencio y abandonarme al tiempo...

viernes, junio 13, 2008

fragmentos - irse...

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fragmento #17, no clasificado, la Vida de Akanzu Yotto

Brotes tiernos y verdes se veían ya en el árbol que crecía justo debajo del balcón de la habitación de Akanzu Yotto. La mañana posterior a la tarde en que se mirara desnuda en el espejo brillo nítida sobre las hojas del césped y en las de las enredaderas colgantes con un candor especial hacia las cuatro de la tarde.

Era una hora muy tranquila. La atención de Akanzu se centraba en el lejano trinar de un ave que llegaba con el viento a través de las ventanas. Terminaba su siesta luego de llegar del colegio y ahora, repentinamente como una concha que se abre espontáneamente para avanzar por el fondo del mar, abría sus ojos. Inmóvil, con la cara recostada en la blanca almohada permaneció un par de minutos tan solo pensando en lo que captaban sus sentidos. No se escuchaba ningún ruido en la parte baja de la casa, por lo que se pregunto si se hallaba sola. Por fuera circulaba un viento fresco y primaveral.

Akanzu sintió como si todo ello se tratara solo de un deja-vu, y revolviendo en su interior una mezcla de paz y energía al cabo de unos minutos se incorporó lentamente. Llegó hasta el barandal de piedra, apoyó sus brazos por encima de él y saco la cabeza hacia el exterior, intentando sumergir su rostro en el río de viento que transitaba por la calle de derecha a izquierda llevándose las hojas caídas de los árboles mas amarillas que se habían desprendido por la noche de sus ramas. Justo en el momento en que una pregunta comenzaba a formularse en su mente, escuchó cerrarse la puerta principal de la planta baja, deslizó su mirada en esa dirección y vio salir a su madre con un pequeño caballete bajo el brazo, y un bolso. Llevaba un vestido de falda larga color verde pistache, huaraches de piso y un sombrero de paja redondo con un girasol a un costado. Iba a sus clases de pintura.

Estuvo a punto de llamarle, pero algo en su interior la detuvo e hizo le quedar simplemente contemplando, como si por alguna razón no quisiera interrumpir el silencio de un momento tan auténtico e irrepetible, que en lugar de cortarlo de tajo con alguna frase o despedida cotidiana, muriera por si solo embebido en su singular belleza.

Desapareció tras unos segundos en la esquina de Cerezos y Avenida de las Aves. Akanzu la siguió con su mirada hasta que por calma e inmutabilidad exhalo un suspiro largo y profundo. Aquella mujer era su madre, contaba con poco más de treinta y seis primaveras y en aquel preciso momento era exactamente dos veces y media mayor que su hija. Nunca más volvería a serlo.

En cierto modo, aquella situación de ver a su madre alejarse sin que ella advirtiera que su hija la miraba desde el balcón sin decir nada se le figuro a Akanzu como una manifestación premonitoria de que algún día, en algún momento en que los días alcanzaran otros matices y otras nubes cubrieran el cielo, ella se iría, separándose así de aquel ser que le había dado la vida y al que amaba con todas sus fuerzas, con todo el amor que una hija siente por su madre...

sábado, junio 07, 2008

fragmentos - tormenta

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fragmento #82, Volumen 1, Eclipse lunar de otoño

...el cielo se ennegrecía temerario poblándose de gigantescas nubes del color de la muerte. El calor sofocante del día vallense era destruido en segundos y el aire se bañó del perfume de la humedad. Caminando en medio de este escenario al lado de mi familia por las calles dela colonia me sentí extraño, en medio de un contraste terrible pero fascinante a la vez. Volvían aquellos sentimientos indescriptibles de la infancia cuando presentía algo terrible y asombroso. Estaba allí bajo una tormenta que estaba gestándose rápidamente proveniente del suroeste y sin embargo, sumergido en aquella sensación de estar a salvo entre los míos. Por momentos mi alma se liberaba de mi cuerpo y ascendía a la altura de la copa de los árboles que se agitaban con violencia por el viento, luego, mas allá del volar de las aves que ahora huían despavoridas hacia un refugio me veía sobrevolar el inmenso valle, y llegar hasta las nubes. Esos monstruos negros que cubrían el firmamento y congelaban rápidamente ala ciudad viajaban tan rápido que el cielo parecía una ilimitada carretera de fantasmas amorfos circulando en dirección del viento. Completamente extasiado por el vértigo de la altura llegaba yo en mi vuelo imaginario todavía mas arriba, penetrando la gruesa capa de humo y me empapaba al hacerlo. El corazón me latía tan rápido que pronto estallaría. Cuando estaba a punto de llegar a una zona de la cual ya no podría volver y la adrenalina alcanzaba niveles peligrosos, volvía de golpe a mi cuerpo en tierra firme, que caminaba sin prisa alguna sobre la calle terregosa hacia la tiendita al lado de mi padre...

viernes, junio 06, 2008

fragmentos - espacio....

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fragmento #179, Volumen 3, Nubes de Agosto.


...Sentí como si se me cayera algo, algo que formaba parte de mi cuerpo hasta ahora y que de haberlo perdido tiempo atrás hubiera quedado moribundo. Pero se había convertido en una costra, una piel vieja que ahora podía quitarme de encima como la serpiente y vivir sin ella.

De pronto, allí frente a la inmensa noche por encima de los techos de las casas las luces de las mismas me parecieron como pequeñas células de luz a mitad de un océano de oscuridad que era el camino del hombre en la vida. Me alzaba yo por encima de muchas, miles, millones de ellas, viéndolas a pesar del negro con cierta claridad, y sin embargo, a miles de kilómetros por debajo de otras me encontraba yo tambien. El espacio era tan grande que se antojaba infinito, y se sentía sobrecogedor. Poco a poco el miedo ordinario quedaba en el olvido, trastocado en la pintura del pasado como un detalle mas aunque constitutivo del cuadro pintado actual de mi ser, pero sabía que tenia que enfrentarme a unos miedos mas grandes, a aquellos miedos que provienen de la profundidad del inconsciente humano.

¿Qué estaba pasando con mi vida?. Como un pequeño astro cruzando un vacío inabarcable me sumergía en una extraña sensación de inmortalidad. Era como renunciar a muchos deseos, a muchas obsesiones, a obstinados caprichos. Pasara lo que pasara, yo estaría bien. En eso radicaba esta nueva visión de mi 'yo' y del universo.

El sistema, poco ya importaba. Incluso la idea de abandonarlo por pura rebeldía parecía perder importancia y contradictorio. Algunos sentimientos básicos y emociones naturales volvían a mi cuerpo y podía yo recogerlas entre ambas manos como a pequeñas cuencas de agua de un manantial siempre manante, respetándolas, tolerando sus equivocaciones, sus imperfecciones, y aceptando las propias, tan mías como mis ideales.

Las puertas se abrían en terminos de actitudes, de nuevas visiones de las cosas y del mundo, no en los materiales y de consumo.

Los celos, la ambición material, el egoísmo infundado, la intolerancia, el absurdo e hipócrita juicio, la inexistente autocrítica. Todos los obstáculos del hombre en su evolución de la consciencia pasaban a niveles tan bajos que pensé que podría entregar mi vida en cualquier momento a cualquier momento, y a cualquier persona. Pero aun me faltaba algo.

No obstante, había todavía mucho antes que experimentar. No me abriría paso entre el inmeso espacio solo por correr desesperado, presa de la impaciencia. A saber, me estaba convirtiendo poco a poco en el hombre que vagamente vislumbraba hace muchos años, y que era el mismo tipo de hombre que quería ser...

sábado, mayo 17, 2008

手紙・サンディ Carta a Sandy

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Estoy seguro de que si ese día hubiéramos sabido los dos que aquellas horas eran las últimas que estaríamos juntos tras el uniforme azul habríamos podido esconder entre las piernnas el orgullo y abstenerse cada quién de pelearnos como lo hicimos.

Hoy, a casi....¿6 meses? de no volverte a ver luego de aquella especie de tregua, o reconciliación a medias me acuerdo mucho de ti y hasta me atrevo a decir que te extraño. Recuerdo el abrazo en la puerta de cristal y a Javier esperándote en el coche. Estoy seguro de que le contaste todo. Lo vi en su mirada, era mas que obvio. No me decepcionó, tal y como lo pensé. Sabía que el es un hombre centrado y sabe que por mucho que tu me provocaras llena de ira esa vez yo jamás levantaría una mano contra ti, ni contra ninguna mujer.

Y aunque fueron varias las veces que chocamos, también las fueron muchas las que coincidíamos. Hay recuerdos bonitos de nuestra amistad. Como la vez que volanteamos y platicábamos sobre Cecy cuando tuvo que irse, como cuando me contabas como era tu nueva vida y lo que fue en el pasado desde que lo conociste a él. Hay uno que me da en particular mucha gracia el recordarlo:

Volvíamos del curso. Nadia ardía en llamas esperándonos. Había llamado insistentemente a tu celular preguntando a que hora apareceríamos. Nos bajamos de la pesera en plena avenida y jalándome de la mano con brusquedad dijiste:

- Ay, déjala que espere! ven!, vamos a perder el tiempo un rato...

No te fijaste lo que hacías, y encontrando la primer tienda que tus ojos divisaron te metiste a aquel lugar llevándome contigo. Tardaste en reaccionar. Tu piel blanca como la luna se sonrosó por un momento y tus cabellos dorados como el oro parecieron perder su brillo. ¡Te habías metido a una Sex Shop!.

Saliste echa un rayo y gritaste con los ojos cerrados apretándolos como una pequeña niña:

-Noo, wákala!!!.

...hasta le fecha me acuerdo y no puedo menos que sonreír. Es la misma sonrisa que tienes en la fotografía en donde estamos junto al refrigerador de cocas. Una que mostraba la pureza de tus sentimientos y la alegría de tu suprema belleza, de la cual nunca te jactaste.

Se que hoy te va muy bien, y espero que en el corazón también todo lo ande. Por alguna razón, me he propuesto que un dia en un futuro no muy lejano, estaremos los tres, Javier , tú y yo frente a un televisor o incluso, porque no, en el mismísimo estadio olímpico universitario presenciando un partido de los Pumas una tarde de mucho aire para recordar viejos tiempos.





miércoles, mayo 14, 2008

手紙1・こけん Carta a Coken (1)

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Quizá porque el atardecer comenzaba a despintarse dejando detrás suyo un manto oscuro fue que las sombras altas de los árboles se veían como una vida humana levantada hacia el cielo através de los largos años.

Muchos de ellos, agitándose levemente al viento en sus hojas mas elevadas como lamiendo las alturas crepusculares estaban separados los unos de los otros por una o varias calles de distancia. No obstante, eran tan pocos esos que se erigían tantos metros por encima de los demas que se podían ver claramente sus troncos desde cualquiera de ellos y se podia decir que su soledad en las partes mas altas los convertía en compañeros cercanos. Aquellos árboles, que eran los últimos en desaparecer entre la oscuridad de la noche cuando los demás ya nisiquiera se veían me parecieron, al pensar en el cielo de trasfondo que a sus siluetas daba vida por la escasa luz que aún había, como nuestras propias vidas.

Ciertamente nuestras mentes, espiritus, mentes o corazones(como tú mejor quieras llamarles) en quellos tiempos, eran como esos árboles que se elevaban por encima de los demás, pretendiéndolo ver todo. Aquellos días nunca morirían, pues emanaban vida de sí mismos por flujo natural como un río cuyo cauce no puede detenerse mientras corra agua a través suyo.

De ese modo y como esos árboles nosotros veíamos todo a merced nuestra, al alcance de la mano y del ojo, hasta que esto o lo otro comenzó a parecer tan lejano que la nostalgia invadió nuestro ser.

En definitiva tienes razón al decir que se perdió algo, pero yo digo también que se ganó otro algo. Podríamos llamarle transformación, para no ofender a nuestra gaya ciencia.

Un sol que nace tras las notas de una delgada voz oriental es un recuerdo que aun me eriza la piel de cuando en cuando la llegue a escuchar. Los días de colegio que aquellos despertares deparaban en nuestra adolescencia lo es también una parte de mí que nunca dejará de ser, ni se transformará, porque ya ha sido. Su consistencia y sabor quedarán inalterados a lo largo del paso de nuestras vidas, y los años. Mirando de esta forma lo que somos hoy, me atrevo a asegurar que en el fondo seguimos siendo los mismos, y que siempre lo seremos. Prueba de esa inmortalidad es la permanencia de nuestra amistad a tantos soles de aquellos bachilleres imprudentes e impetuosos que bajo el ardiente cielo de verano con la mochila al hombro hacían camino entre el no-camino. Yasser, Salomón, Luis, Pedro... ¿Crees que todos y cada uno de ellos no son más lo que antes eran por el simple de hecho que esos dias se han ido?.

La esencia es algo imperdible. No se pierde por el hecho de irse a otra ciudad, de roderase de otra gente, de pensar distinto a ellos, ni de buscar nuevos estilos de vida. No creo haber perdido mi esencia, ni creo tampoco que tu hayas perdido la tuya. En verdad ahora veo que haces y dices cosas que no acostumbrabas antes, como protestar contra la gente de aqui y sus vacíos, su resentimiento y desconfianza, incultura y todo lo que gustes agregar a la lista y que, en verdad te lo digo, comparto tu punto de vista. Sin embargo tu sigues siendo Coken, aquel con quien puedo perseguir a un perro en el parque con la locura intachable y pura de los años pasaderos, inventar un lenguaje propio de frases aparentemente incoherentes al oído de los demás y entusiasmarme con la abstracta imagen de una posible mujer que no llega, que ya pasó o que quizá aun no exista... pero que existirá.

No te preocupes pues por el paso de los años y por los contextos en los que se sumerge uno, ni la forma en la que una hable o deje de hablar. El espíritu de uno es atemporal y no puede morir. El dice y sabe para sí mismo: "siempre he sido, soy y seré... Son tantos los caminos para llegar a Mi".

Necesito un poco de locura para equlibrar toda esta razón. ¿Cuándo nos reunimos?

jueves, mayo 08, 2008

手紙・サロモン Carta a un amigo llamado Salomón

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Hace algunos años era tonto, un poco necio, le temía a Dios como te lo han dicho que hagas y creía que la vida después de la muerte era algo de lo que no podríamos estar nada seguros. Que rezar por las noches me ayudaria a alcanzar la misericordia divina y que si hacía todo como lo sugeria el librito, a caso con uno que otro delito menor podría no perder mi vida al morir mi cuerpo el día que me llegue mi hora.

Hace algunos años, entonces, era un hombre de poca fe.

Hoy me atrevo a decir sin creer que sea un hereje, o un blasfemo, como muchos fanáticos religiosos seguro pensarían, que, como dijo Nietzche, "Dios ha muerto". Y al hacer tal afirmación no me voy ni por el sentido literal de las palabras ni por el de una metáfora radical que sugiera que no ha muerto en verdad. Me reservo mis críticas hacia la institucion que ha manipulado mas millones de vidas humanas que cualquier empresa que haya existido en la historia de la humanidad impidiéndoles ser ellos mismos. Tampoco pretendo "liberarlos" de lo que solo se trata de mi realidad personal.

La carta que nos enviaste a todos (ten por seguro que por lo menos yo lo seguiré siendo hasta el final) aquellos que consideras tus amigos, es para mi solo una muestra de tu valor para protestar contra el sistema decadente y vacío de espiritú que ahora nos rodea. Pecado, es la palabra mas estúpida que yo considero que haya inventado el hombre, utilizar el poder creativo del lenguaje para semejante ambigüedad es ya de por sí patético; error, es una un poco mas adecuada para describir aquellos actos o decisiones que preferiríamos no haber tomado; 'aprender' creo que es la palabra perfecta para referirse a lo que nos has contado.

Ruín, despreciable, ególatra, egocéntrico, pretencioso y todos los demás calificativos que te autoasignaste en tales líneas, no son, para mi, menos de lo que todos los seres humanos hemos sido alguna vez en nuestras vidas. Hay que aprender del pasado pero no hay que cargar con su peso sobre nuestra espalda. Jamás hay que olvidar lo que fuiste, lo que hiciste ni de donde vienes, pero no hay por qué acarrear con los sentimientos negativos que alguna vez llegaron, así como tampoco empeñarnos en que los positivos vuelvan a ser por la fuerza en un futuro.


échale ganas, amigo, y déjame terminar con una frase de buen humor que solo nosotros entenderemos:

"ya ves como si eras tú el de los tacos?"...

viernes, abril 25, 2008

手紙・母 Carta a Mamá

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Llegué con bien a México, madre. Te envío al correo de Mariana la imágen de la ukiyo-e que servirá de modelo para que empieces a pintar mi cuadro en tu próxima clase de pintura. En verdad estoy emocionado de pensar que intentarás hacer para mi una replica de tal cuadro. Afortunadamente, el estilo ukiyo-e es muy sencillo, (o al menos eso aparenta).

El estilo de pinturas o grabados ukiyo-e es un género que nació en Japón entre los años de 1600 y 1867, durante el Periodo Edo, poco antes de sucitarse la Restauración, o periodo Meiji, al término del Bakumatsu.

Tales pinturas, aseguran los textos y fuentes de información, intentaban reflejar la vida cotidiana de la sociedad japonesa durante esta época, la cual se dice gozaba de una paz duradera y reconfortante, luego de casi tres siglos de guerra y división en el archipiélago. La palabra ukiyo hace referencia a este mundo de ocio o 'mundo flotante' en el que florecieron a gran escala las artes, principalmente literatura, poesía y pintura bajo formas sutiles y simples (e, que significa, pintura, cuadro; de alli Ukiyo-e).

La pintura que vas a hacer para mí se trata de uno de los ukiyo-e mas famosos del mundo. Fue pintado por Katsuhika Hokusai, "El mar de Kanagawa", y muestra unas enormes olas que se levantan violentas próximas al encuentro con un par de balsas llenas de marineros pobres. Pese a que los expertos afirman que la finalidad principal de los ukiyo-e era reflejar esa 'vida feliz' y pacífica de los japoneses de esa época, en varios de ellos yo encuentro un mensaje que tiene que ver con las adversidades que tiene que encarar el hombre en su paso por este mundo, pero de un modo tal, que ese encuentro (con el destino si quieres llamarle así) , ese choque de fuerzas vitales proyecta la belleza que el ukiyo-e refleja, y ese es su objetivo, desde mi punto de vista. Acerca de la pintura del mar de Kanagawa escuché una vez a alguien decir que las crestas de las olas ¿no asemejan ser manos con garras ansiosas de atrapar a los marineros en la balsa?.

Existe otro ukiyo-e de mis favoritos en el que se muestra una aldea lejana de chozas de madera y paja cubiertas por la nieve, mientras por la colina un comerciante a bordo de su mula vuelve con dificultad entre la tormenta invernal. El camino es difíciil, la cara del hombre cuyo sombrero a penas si se ve en la pintura seguramente esta tiritando de frío, pero allá cuesta abajo entre el pantano blanco ya lo espera su familia al calor de una hoguera. Es este el contraste de fuerzas del que emanan las bellezas que para mí intentan expresar los ukiyo-e. Así, en todos veo siempre el mismo mensaje: "vivir es dificil pero hermoso, y por ello vale la pena".

Perdona por haberme emocionado una vez más, madre....se suponía que solo escribía para decirte que llegué bien a casa, pero tú sabes bien que en esto se me va la vida. Gracias por habérmela dado por cierto. Nunca me cansaré de hacerlo. Te mando un beso y un abrazo a la espera de que me llames la próxima semana.


-Tu hijo.

martes, abril 22, 2008

手紙・自分のためCarta a mi mismo

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Sonará extraño el título, pero es el correcto.

Mi 'mí mismo':

Esta noche estuve re-leyendo (despues de años de solo haberlo hecho una vez (y a medias)), las teorías Freudianas sobre el Ello, el Yo y el Superyo. Como a miles de personas nos ocurre, el nombre del tema nos suena bien, incluso atractivo, pero nos desanimamos al poco tiempo de empezar a leerlas, algunos porque son intolerantes, otros porque irónicamente utilizan el famoso mecanismo de defensa de negación del que se habla al encontrar en sus teorías sus puntos débiles, y otros tantos, simplemente (aunque se oiga cruel) porque no tienen la disposición mental o capacidad de lidiar con los razonamientos que tal tarea exige.

Creo que puedo, después de todo ello, sintetizar lo leido y elaborar un resumen o pequeño ensayo mas o menos objetivo sobre la terapia del psiconalísis o "cura a traves de la palabra" (talking cure), como comúnmente se le llama. Pero entonces dejaría esto de ser una carta a mí mismo y se convertiría en eso, un intento de ensayo.

Lo que convertirá estas líneas en una carta definitivamente será el estado de reflexión que tal lectura ha promovido en mi.

Mi 'mí mismo', como bien sabes, desde hace algunos años, entre ratos de inspiración y sueños de culminar algo que deje testimonio de mi ideología, escribo un libro. Tal libro empezó como un simple diario de adolescente que despues se convirtió en cuento, luego en un intento de libro autobiográfico y que hoy por hoy descansa en la idea de una tetralogía. Cualquiera podría afirmar, que el no haber terminado nunca ni una ni otra de sus anteriores formas, y mas aún, de alejarme cada vez mas de la posibilidad de completarlas al hacer crecer su extensión obedece a un transtorno conocido que evita que el hombre que lo padece sea capaz de terminar algo que ha iniciado, derivado de un trauma, una incapacidad de cerrar un capítulo en su vida. Pero como bien lo dice la lectura de hace un rato, de eso se trata todo esto: de "hacer consciente lo inconsciente", por lo que yo deduzco (y me siento feliz por ello) que la decisión de terminar de escribir esta obra algún día es una sabia decision.

Para poder crear algo, primero hay que ser creado, para poder hablar hay que saber escuchar, para poder escribir debemos primero leer...

Por ello diré que aun cuando todavía me considero en constante exploración, soy consciente de que mi estilo definitivamente estaria notoriamente influenciado por autores como Camus, Dostoievski y Nietzche, abanderados de la corriente del existencialismo, ese género tan vasto y complejo que ni aun los expertos se ponen de acuerdo en clasificar, y que apenas se concuerda en que una primera esencia de el se centra en el hecho de "querer ser", y luego, de "elegir ser".
También se podría apreciar en mi utópica obra, un gusto especial por la estilista literatura japonesa, por el futurismo de Ray Bradbury o Aldous Huxley, la crítica social marxista u orwelliana y una identificacion con algunas ideas como la de la reencarnación, un poco de surrealismo, simbolismo y en fin... toda una mescolaza de signos y corrientes salpicadas como gotas a lo largo de los 4 volúmenes de que constaría este ambicioso, pero humilde y personal anhelo de proyecto literario.

Ello ilustraría perfectamente el contexto histórico de mi época, como irremediablemente le ocurre a todos los autores. Una en donde la información nos satura y las culturas se entremezclan.

La carta, básicamente, mi 'mí mismo', es para pedirte que recuerdes la simpleza y la sencilleza con la que todo esto inició. Como el diario de doce meses de un adolescente común y corriente. Mira en lo que se ha convertido ya a lo largo de unos años e imagina lo que será dentro de unos cuantos más cuando quede concluido el trabajo.

Solo recuerda como tu mejor que nadie lo sabe y lo ha comprendido, que el espíritu es atemporal, y todo saldrá bien...

手紙1・あけみためCarta para Areli #1

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¿Dónde estas Areli?

Es la pregunta que se hace mi mente una y otra vez mas. La noche aquí es cálida y dormir se vuelve un poco difícil.

Mas difícil se vuelve aun pensando en ti. Hace tanto que te conozco y con tán solo unas pocas semanas de no verte me siento alejado de ti. Eres mi amiga sin quien en un principio no hubiera podido seguir. Ambos nos hemos hechos fuertes el uno al otro. Quizá ya tan fuertes que sobreviviríamos si nos separaramos definitivamente para siempre, pero ninguno de los dos queremos que sea así.

¿Sabes que escucho ahora?. Canciones nocturnas. Así las llamo yo. Asi las llamo porque cuando las escucho bajo las sombras de la noche parecen diluir cualquier intranquilidad que se quiera apoderar de mi.

Si..., se que no son horas de estar escribiendo esto. Se también como me los has dicho mil veces que no entiendes una sola palabra de lo que cantan esas japonesas. A veces ni yo mismo lo hago, pero aun asi me regalan la calma que necesito.

En fin, solo escribía para que sepas que te extraño y que recuerdo nuestros paseos en la bicicleta por las calles de la Ciudad. Que aunque he llevado a otras niñas en ella a sus casas ninguna tiene el mismo peso que tienes tu al pedalear por las veredas, ni me jalan las orejas, el cabello, ni se apoyan en mi espalda y se ríen con la naturalidad con la que lo hacías tú. Estoy seguro de que Kuromi también te extraña, ¿te dije que le compré un pequeño espejito?.


-piojito

鉛筆と紙 Lápiz y papel

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Siempre fui un tanto dramático a la hora de vivir la vida. Y convertí esa vida en una novela que no termina.

Pero ahora siento que es hora de acabar esa etapa de pasión abstracta incontenible que se extendió durante tantos meses, o al menos, de dejarla por un rato, para entrar a una nueva. Los instintos, las caricias, las metáforas nocturnas y las parábolas...

De pronto me he puesto a pensar:

"¿Y si todas esas personas que atraviesan por mi vida de repente no las volviera a ver?. O mejor aun, ¿es necesario que me haga esta pregunta para poner bien en claro lo que significan en mi?. "

Denme lápiz y papel, empezaré por donde se debe empezar...

lunes, abril 07, 2008

Calurosa Senda de Oku

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Anoche estuviste entre mis brazos, y aunque hacía calor, tu cuerpo inyectó frescura a mi alma.

"Tuvo que pasar tanto tiempo para poder estar así" -dijiste.

¿Quién dijo exactamente esas mismas palabras, y hace cuántos años?.

La noche salpicada de estrellas,
tu cuerpo: amiga, madre, mujer y amante.
Piel morena de dos senos redondos que al respirar me hacían pensar en unas lunas negras, gemelas, en medio de la noche de tu cuerpo.

Instintos, me pregunto si una de estas noches terminaremos lo que empezamos.
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lunes, marzo 31, 2008

Instintos III

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Soñé que venía caminando,
con el rostro desencajado de ira y de malicia.
Como si anhelara destruirme.
Un poco mas...

Pero aunque mi corazón latió fuerte,
se que el suyo latía mas. En el fondo, muy en el fondo.
Desde entonces veo al cielo y miro las estrellas.
Abril, abril tus piernas, que no hay luna...
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viernes, marzo 28, 2008

Quieta

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Esa otra a quién dejé hace mucho atrás... ¿o fue al revés?,
Esa otra quién ahora lleva acabo su mayor creación en la vida...la vida misma.

Fiera enjaulada que simboliza mis hechuras,
ahora rasguña los barrotes de la jaula en donde la metí.
Ya no muerdes...
yo tambien me he convertido en una fiera.

Ya no rasguñes, que ya pronto abriré tu jaula y te podrás ir...

miércoles, febrero 27, 2008

Morena Luna

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Ya quiero estar junto a ti una vez mas,
abrazar tu cintura, y descubrir tu sonrisa, hermosa como ayer.
Y sentir nuestros bellos cuerpos unidos,
esos que a pesar del paso de los años rebosan de sensualidad,
quiero ver como juegan juntas nuestras almas
al igual que dos niños, hombre y mujer.
aunque aun grites fuerte, y todavía tengas mucho por aprender,
aunque aun te rebeles
contra mi paz y yo me termine yendo al final
depositando un beso lento en tus labios.
Me perdonarás por eso. Lo sé...

Quiero abrazar tu cintura.
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jueves, febrero 21, 2008

Kratos

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Soberbia ira,
que te simbras en un mar de paz:

¿A dónde quieres ir sino a ningun lugar?.


"Ya lo sabía, no tenias por qué hablarme con indirectas. 7 bocas y yo aún sediento. ¿Cómo no habría de mandar al carajo todo lo demás?"

Entonces mi ira se alejó, aun mas sedienta y mas ardiente que nunca, mientras yo la veía morder una fresa y un coral.
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viernes, febrero 15, 2008

Dos tintas

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fragmento 111, La Vida de Akanzu Yotto.

" La primera vez que Akanzu sintió un deseo sexual muy intenso fue una tarde de principios de otoño. Volvía del auditorio escolar en compañía de Lardie, luego de ir, por encargo del profesor de Historia del Arte, a ver la proyección de una cinta titulada Formas básicas en la naturaleza, un cortometraje a blanco y negro que encontraba de modo sutil la geometría en los lugares mas insospechados del mundo y su universo.

Ya hacia el final de la cinta, una mujer delgada en un atuendo gimnástico al parecer plateado salía haciendo una rutina con un aro y un listón en cámara lenta, mientras describía graciosos círculos con su cuerpo en todos sentidos y direcciones. Por alguna razón, estas imágenes se incrustaron en la mente de Akanzu, y en especial, el momento en que, desde una toma aérea de repente el rostro de la gimnasta se veía caer de arriba hacia abajo, al momento en que esta cerraba los ojos y su larga cabellera se erizaba en el espacio aéreo, dejando ver las comisuras de los labios que se abrían suavemente mostrando un negro profundo tras la carnosidad de una boca sensual, en lo que Akanzu ligó a su mente como una expresión pura de placer, de un inexplicable placer.

Las notas místicas del piano que se reproducían detrás de esta escena se conjugaron en algún lugar de la mente de Akanzu y, tras despedirse de Lardie en laAvenida de las Aves, corrió presa de una ansiedad incontrolable por toda la calle tratando de llegar lo mas pronto posible a casa, esperando llenar la bañera con agua tibia y sumergirse en ella durante largo rato, acariciando su propio cuerpo..."

sábado, febrero 09, 2008

Sigue la senda de Oku

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Piel con piel se paga,
deseo con sinceridad y amor propio.

Te veo venir,
espero no asustarte.
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lunes, febrero 04, 2008

Amiga



Ahora nos separamos. Ha sido bello compartir contigo sueños y diferencias, secretos e innumerables anécdotas...

Me llevo tu sonrisa. Y los recuerdos de una mujer en quién encontre la brújula que apuntaba hacia a dónde estaban el amor y la amistad, a los que por un momento muy breve perdí de vista...

Te quiero, Areli.

Llámame cuando quieras.

viernes, febrero 01, 2008

Itzel Esbetlana

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Qué rápido se fue enero,
y qué rápido se fue tu amor.

Aquel beso en el puente
me hizo pensar como si todo esto se tratara de ti.


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Tiempo detenido

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fragmento 187, La Vida de Akanzu Yotto.

" Nada se escuchaba salvo el murmullo del silencio. Era increíble así como imposible, que la ciudad, repleta de norte a sur y de este a oeste por personas estuviera tan terriblemente muerta. ¿Dónde había quedado aquel mundo vivo y lleno de color del que su madre le hablara cuando niña entre sus piernas?. ¿Cuál era el encanto inolvidable de la juventud por el que se decía que los viejos lloraban de nostalgia en la penumbra de sus vidas?. Ella no lo veía por ninguna parte. ¿o era que ya para ella este encanto había pasado, algo tempranero quizá, y tan huidizo como una estrella fugaz?. De ser así, si la felicidad que había experimentado hasta ahora era toda la que habría de vivir, entonces se sentía completamente angustiada. Y mientras mas pensaba en esto y en el indetenible paso del tiempo y de su sufrimiento mas se abandonaba al vacío. ¿Qué había hecho mal?, ¿y como podría hacer para reparar lo que quiera que eso fuese?. De pronto, toda su verdad se desmoronaba como un castillo de arena al crepúsculo en la playa, toda aquella ideología en la que tantos años se había sustentado su vida quedaba anulada junto con la perseverancia y el orgullo de su ser. Sus sonrisas, sus creencias en el devenir de una vida llena de alegría y felicidad, al lado de mil rostros amigos, junto a un alguien que habría de ser su compañero de vida, su naturaleza de ser hecha a forma y semejanza divinas, y la calidez de un hogar imperecedero, al que todos los días por las noches podría volver para reposar sus sueños no eran mas que un engaño, una bazofia, como un cuento de hadas, construidos a partir de una falsa ilusión, como la que se crea en la cabeza del sediento que atraviesa un desierto o en la del náufrago a mitad del océano. Todo y nada; reducida a un cúmulo de cenizas bajo las extintas brazas de una hoguera de mentiras que ahora el aire comenzaba a esparcir. Solo, y solamente algo pequeñito y apenas reconocible permanecía aferrado al suelo bajo estas cenizas inertes de su yo, atorado entre los restos de su mente y de su corazón: el básico y celular anhelo humano de vivir..."

miércoles, enero 23, 2008

Viajes del alma

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Parece que he rescatado mis sueños.

Tras la nube en mi cabeza mil historias de fantasía, misterio, miedos y deseos ocultos se manifiestan bajo el haz de luz lunar.

En verdad era algo que me había dolido mucho perder. Tal vez se lo haya debido al cansancio, o a la irremediable necesidad de maquinar durante todos estos meses. En los últimos diez días he soñado incesantemente todo tipo de cosas: monotonías, aventuras, apocalípsis, temores y anhelos. La última noche del 21 del mes tuve un sueño erótico. A diferencia de los que me han asaltado a lo largo de mi vida (y que en verdad han sido pocos), este fue muy largo. Es difícil la concepción del tiempo cuando se está soñando, pero se que duró (o al menos en el sueño así lo pareció) unas cuantas horas.

En él, me encontraba yo en la cama de arriba de una litera, y abrazando su cuerpo por la espalda me perdía entre la suavidad de la piel de mi compañera, bañando de caricias sus hombros, su espalda, su cintura. Recuerdo que había luz de luna, y que la noche era un poco fría. Avanzábamos muy poco a poco, porque ella decía a cada suspiro mio en su oreja con un tono en la voz que parecía una mezcla de deseo y preocupación :

-...no me beses, no me vayas a besar.

Recuerdo su lencería, y recuerdo mi agitación. La sensación de un amor profundo como el océano y la consciencia de un encuentro casual, fundidos los dos a la vez. Como la mayoría de los sueños que tengo, nunca supe en que momento terminó.

El sueño apocalíptico, por el contrario, fue muy breve. Otra vez se trataba de un segundo diluvio universal, pero este no estaba la vista como en mis demas sueños. Por alguna razón la gente que me reodeaba y yo ya lo sabíamos, y habíamos buscado refugio en un sótano cerrado hermáticamente a unos 3 metros bajo tierra. Recuerdo que las emociones giraban mucho en torno a si debíamos o no abrir la escotilla para echar un vistazo al exterior, pues muchos creían que el diluvio ya había pasado y que nosotros éramos sobrevivientes. Si nos equiivocábamos y el diluvio habia sido lo suficientemente devastador, entonces el agua se filtraría al interior, y nos ahogaríamos.

Las monotonías, temores y demas sueños recobraron su fuerza original también en los últimos días. Me pregunto si esas veces en que todo ello sucede esta relacionado al hecho de que en esos momentos me encuentre pleno, emocional, intelectual y físicamente conmigo mismo, pues he observado que así me pasa.
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sábado, enero 12, 2008

Instintos II

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Perdona...
pero esta noche te deseo.
Aquella noche en la resbaladilla
vuelve a mi mente con fuerza.

Compartirás mi lecho en verdad una vez mas?